Mide solamente alrededor de 2.5 cm. de diámetro, pero su potencia es asombrosa. Distingue colores y formas, con luz fuerte o tenue, de cerca o de lejos. Ayuda a leer libros, interpretar situaciones y ver personas. Es un vínculo vital con el mundo que nos rodea y es auxiliado para su función por una compleja combinación de músculos y nervios. El músculo ciliar se contrae o se relaja para ayudar al cristalino a enfocar objetos cercanos o distantes. Los rayos de luz pasan a través de los medios transparentes del ojo hasta llegar a la retina, donde más de 100 millones de células sensibles a la luz los captan y transmiten la imagen al cerebro a través del nervio óptico y las vías visuales.

Debido a que los rayos de luz se cruzan antes de llegar a la retina, ésta capta la imagen al revés, pero el cerebro la modifica para que esté orientada correctamente.